La noche que nadie olvidará. El Universo WWE aún sigue en shock tras lo ocurrido en el evento estelar de anoche: Jey Uso logró lo impensable. Con una mezcla de corazón, estrategia y fuego en la mirada, destronó a Gunther, poniendo fin al reinado más largo e imponente del Campeonato Intercontinental en la era moderna.
Durante más de 600 días, Gunther se mantuvo invicto, dominando con fuerza, precisión y un aura de invencibilidad. Pero anoche, el “Main Event” Jey Uso lo llevó al límite. En un combate cargado de emoción, falsos finales y una ovación ensordecedora del público, Jey ejecutó el splash final que selló la victoria… y el fin de una era.
Sin embargo, lo que ya era una noche histórica se convirtió en leyenda cuando, de la nada, ¡regresó Roman Reigns!
El Jefe Tribal, ausente durante semanas, apareció al final del combate, caminando lentamente hacia el ring mientras la arena entera estallaba en gritos y confusión. Su mirada fija en Jey, el nuevo campeón, no dijo ni una palabra. Pero no hizo falta. La tensión entre ellos lo decía todo.
¿Es una señal de reconciliación? ¿Un nuevo capítulo en la guerra familiar de The Bloodline? ¿O el comienzo de una traición aún más devastadora?
Con la caída de Gunther y el retorno del líder de The Bloodline, el panorama de la WWE ha cambiado radicalmente. Lo que parecía una rivalidad intercontinental ahora podría transformarse en una lucha por el alma misma de la compañía.
Los fanáticos no dejan de hablar de ello. Las redes sociales están en llamas. Y todos tienen una sola pregunta:
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¿Qué sigue ahora para Jey Uso, Gunther… y Roman Reigns?
