El Universo WWE fue testigo de un momento profundamente emocional y poderoso cuando Jey Uso, con el corazón en la mano, se dirigió al público tras el brutal ataque que su hermano Jimmy recibió a manos de Gunther la semana pasada.
Con la arena en silencio y las cámaras enfocadas en su rostro serio, Jey no tardó en transmitir la gravedad de lo ocurrido:
“Tuve que llamar a mi mamá… tuve que decirle que Jimmy necesitó 15 puntos en la cabeza por culpa de ese ataque cobarde,” declaró con la voz quebrada.
Jey confesó que ver a su hermano lastimado, mientras él mismo estaba atado a las cuerdas, fue una de las sensaciones más desesperantes de su vida. “Me sentí impotente, con miedo… pero eso se acabó.”
En un giro de tono, el “Main Event” Jey Uso dejó el dolor a un lado y se llenó de determinación. Envió un mensaje claro y aterrador a Gunther:
“Ve a casa, abraza a tu esposa, besa a tu hijo… porque después de WrestleMania, nada será igual.”
Jey no dejó dudas de que este combate en WrestleMania no será solo por un título. Es una lucha por el honor, la familia y la redención.
“Voy a hacerlo por Jimmy, por mi mamá, por toda mi sangre. En Las Vegas, yo me voy como el nuevo Campeón Mundial Peso Pesado.”
La ovación del público fue ensordecedora. La emoción se palpaba en cada rincón de la arena. Este no es solo otro combate. Es una guerra cargada de historia, dolor, venganza… y fe en la justicia familiar.
Con cada palabra, Jey Uso dejó claro que está listo. Que su fuego interior está más vivo que nunca. Y que Gunther no solo se enfrenta a un rival… se enfrenta a un hombre con una misión sagrada.
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WrestleMania está a la vuelta de la esquina, y el linaje de los Uso busca justicia en el ring.